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Causas del envejecimiento y soluciones para minimizar su repercusión en nuestra piel

por Marcelo Montoya Vásquez septiembre 23, 2021 5 min. de lectura

En la entrada anterior de nuestro blog estuvimos hablando sobre los procesos que ocurren en la piel y que desencadenan los síntomas del envejecimiento en ella, como las arrugas, la pérdida de volumen y elasticidad. Estos procesos son inevitables, ya que tienen causas internas, propias del funcionamiento de nuestro organismo y externas, dependientes de la exposición de la piel al ambiente. En esta entrada hablaremos de estas causas y revisaremos algunas medidas para disminuir al mínimo el impacto de estas en los síntomas del envejecimiento en la piel.

Causas internas del envejecimiento.

En la piel joven, las conexiones fuertes entre las capas significan una distribución eficiente de humectación y nutrientes a las capas visibles.

Con el tiempo, estas conexiones y sistemas reducen su velocidad volviéndose menos eficientes. El resultado visible es el envejecimiento de la piel.

La principal causa del envejecimiento en la piel tiene que ver con la disponibilidad de nutrientes y oxígeno, la cual se asegura a través de la irrigación sanguínea, desde las capas más profundas de la piel hacia las capas externas visibles. En las pieles más jóvenes, la unión entre las capas de la piel es fuerte, lo cual permite una distribución eficiente de humectación y nutrientes. Con el paso del tiempo, la estructura de la piel se pierde progresivamente por la pérdida del colágeno. La irrigación sanguínea también se ve cada vez más afectada por el paso del tiempo, por lo que el suministro de oxígeno y nutrientes a la superficie se ve obstruida. Esto genera un tono opaco en la piel superficial y la pérdida del brillo ruborizado de las pieles jóvenes.

La genética también cumple un rol clave en la forma en que envejecemos. Las diferencias en origen étnico y tipos de piel determinan la rapidez con la que aparecen las marcas del envejecimiento. Se ha observado que las pieles claras adquieren arrugas a una edad más temprana, mientras que las pieles asiáticas tienden a presentar más problemas en la tonalidad, pero las arrugas aparecen a una edad más avanzada. El resecamiento de la piel debido a la edad también es un fenómeno que depende mucho de la genética de cada persona.

Causas externas del envejecimiento.

Las causas externas del envejecimiento de la piel giran en torno a un proceso en común: el “estrés oxidativo”. Este estrés se origina a partir de moléculas denominadas “radicales libres” que dañan la piel a nivel celular. Normalmente estos radicales son neutralizados por moléculas antioxidantes de la piel. Los antioxidantes naturales absorben y detienen el daño de los radicales libres, pero con el tiempo la piel pierde la capacidad de producirlos y el daño celular generado por los radicales libres se va acumulando. El estrés oxidativo puede verse promovido y acelerado por distintos factores que tienen que ver con el estilo de vida.

Exposición al sol

La exposición al sol y a sus rayos UV es la causa externa principal del envejecimiento de la piel a través de estrés oxidativo. El daño en la piel debido a la exposición prolongada a los rayos UV es llamado fotoenvejecimiento, (del cual hablamos en una entrada anterior del blog), y que también provoca pigmentación dispareja. Las pecas y la hiperpigmentación son, de hecho, resultado de los intentos de la piel por protegerse de los rayos del sol.



Contaminación

La contaminación de la ciudad puede actuar de dos formas para acelerar el estrés oxidativo. Por un lado, los componentes de esta contaminación pueden detonar la liberación de radicales libres en la piel, pero también aceleran el estrés oxidativo provocado por la exposición solar.

Fumar

La nicotina y los químicos liberados en la combustión de los cigarrillos son responsables de una fuerte liberación de radicales libres en la piel. Similar a lo que ocurre con la contaminación de la ciudad, el humo del cigarrillo también acentúa los efectos de la exposición solar en el estrés oxidativo.

Nutrición

Una buena dieta propicia las condiciones ideales para que el cuerpo se regenere con los nutrientes adecuados, pero además la incorporación de antioxidantes puede ayudar a desacelerar el envejecimiento general de la piel. El consumo periódico de frutas y verduras ricas en antioxidantes contribuye al cuidado de la piel.

Cuidados de la piel

Atendiendo todo lo anterior, una piel que recibe cuidados insuficientes envejecerá rápidamente. Si no se realiza una limpieza profunda de manera consistente, los contaminantes que entran en contacto con la piel cuentan con mayor tiempo para actuar y generar estrés oxidativo. La protección solar contra la radiación UV es importante para prevenir la aparición de radicales libres. Finalmente, todo problema específico puede ser atendido con productos que ayudan a atender las causas o mejoran el estado general de la piel.


Recomendaciones para el cuidado directo de la piel.



Habiendo comprendido el proceso de envejecimiento de la piel es mucho más fácil tomar decisiones informadas acerca de cómo cuidarla para lograr prevenir su envejecimiento prematuro y reducir los signos visibles del envejecimiento. Mirando los factores externos que causan el envejecimiento es relativamente sencillo deducir los cambios necesarios en el estilo de vida para aminorar su repercusión: evitar fumar y una nutrición rica en antioxidantes son excelentes hábitos a adquirir. Otras medidas importantes que tienen que ver con el estilo de vida son descanso adecuado, horas de sueño consistentes y suficientes y medidas para el control del estrés.

Esto nos da cuenta de que los pilares de una buena salud dérmica son los hábitos que definen una buena salud en general: buena alimentación, hidratación suficiente, ejercicio periódico y sueño y descanso.

Las medidas de cuidado directo de la piel, a pesar de no ser prioritarias sobre un estilo de vida saludable, también conforman parte esencial de un acercamiento integral para tratar todos los signos del envejecimiento: la pérdida de volumen, la pérdida de densidad, las arrugas y las afecciones relacionadas, como el resecamiento o sensibilidad de la piel producto de la edad. Estas formas de cuidado se dividen en tres categorías fundamentales para mitigar las causas externas del envejecimiento: limpieza, cuidado y protección solar.

En primer lugar, una limpieza facial efectiva puede servir para retirar de la piel las sustancias químicas que gatillan la liberación de radicales libres y el estrés oxidativo.

Por otro lado, el cuidado radica en compensar la pérdida de la capacidad de la piel para proveer un suministro eficiente de nutrientes y humectación. Pensando en esto, ingredientes como el ácido hialurónico y la urea pueden servir para atender la hidratación de la piel. Los antioxidantes de aplicación tópica también son eficientes en prevenir el envejecimiento celular, como las antocianinas de calafate contenidas en nuestra crema para manos Antiox+. Ingredientes como extractos, vitaminas y péptidos pueden proporcionar los nutrientes necesarios para respaldar el funcionamiento de las células de nuestra piel.

Finalmente, una adecuada protección de la piel ante la exposición solar es lo más importante en el cuidado directo de la piel. Se debe elegir un producto especialmente dedicado a la protección ante los rayos UV y escogido en función de los requerimientos y el tipo de piel específicos.

Así terminamos esta entrega especial de nuestro blog sobre el envejecimiento de nuestra piel: sus causas, gatillantes y medidas de mitigación. Esperamos que esta información te sirva para optimizar tu rutina de cuidado dérmico e identificar de mejor manera los requerimientos de tu piel. De todas maneras, no olvides que siempre puedes escribirnos ante cualquier duda o comentario que nos quieras hacer llegar. Estaremos encantados de ayudarte en lo que nos sea posible.

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