por Marcelo Montoya Vásquez junio 30, 2022 4 min. de lectura
No podemos detener los efectos de la oxidación, pero sí podemos tomar medidas para enlentecer los procesos, fortaleciendo nuestra protección natural con alimentos y productos ricos en antioxidantes.
Como es la barrera más externa de nuestro cuerpo, la piel está directamente expuesta a la radiación ultravioleta (UV) del sol. La exposición a la luz solar tiene un efecto profundo en tu piel expuesta, provocando inflamación y algo conocido como daño oxidativo. El daño oxidativo es la mayor causa y el principal contribuyente a la aceleración del envejecimiento, provocando la aparición de arrugas, sequedad y manchas o decoloraciones en la piel. Las reacciones oxidativas también pueden modificar las proteínas y grasas de tu piel, provocando cambios estructurales que le hacen perder su firmeza y elasticidad.
Tu piel está equipada con antioxidantes naturales, algunos conocidos como la vitamina E (tocoferol), vitamina C (ácido ascórbico), y otros de los que se habla menos, como el ácido úrico, ubiquinol y carotenoides. Los antioxidantes intervienen en diferentes niveles de los procesos oxidativos, como por ejemplo recolectando los temidos radicales libres, uniéndose a metales o removiendo moléculas dañadas por la oxidación. Esta red antioxidante es responsable de mantener el equilibrio entre oxidantes y antioxidantes y es el único mecanismo de nuestra piel para protegerse contra la radiación ultravioleta.
El foto-envejecimiento inducido por la radiación UV se hace evidente con la edad, cuando nuestros mecanismos antioxidantes y procesos de reparación ya no son efectivos y el daño en la piel se acumula. En este punto, una excelente forma de aumentar tus defensas contra la oxidación es incluir antioxidantes adicionales en la dieta y aplicarlos en la piel en formulaciones tópicas.
Los antioxidantes de nuestra dieta juegan un papel importante en el mantenimiento del equilibrio oxidativo. Encontramos vitamina C en los cítricos, vitamina E en las almendras, el maní y las hojas verdes, betacaroteno en naranjas y zanahorias, polifenoles en el vino, los frutos rojos y el té y selenio en los mariscos, el atún, las semillas de maravilla y los hongos. Estos son solo algunos de los antioxidantes más conocidos que podemos incorporar en nuestra dieta como apoyo a la defensa de nuestra piel y organismo contra la oxidación.
Es importante obtener una gran variedad de antioxidantes mediante la ingesta de diferentes tipos de frutas y verduras, ya que todos los antioxidantes funcionan en sinergia. Los antioxidantes trabajan juntos en nuestra piel, apoyándose y regenerándose mutuamente. Además, una gran cantidad de antioxidantes que incorporamos en la dieta aún no se identifican, por lo cual una alimentación variada siempre será recomendable. Debes tener en cuenta que el uso de suplementos vitamínicos sintéticos no es una alternativa al consumo regular de frutas y verduras.
Por otro lado, no debemos olvidar que el consumo de antioxidantes no sustituye en ningún caso el uso de un bloqueador solar efectivo. La incorporación de antioxidantes a la dieta tiene que mirarse como una segunda línea de defensa ante la radiación UV, luego del bloqueador.En este punto es importante recordar que se estima que el total de la exposición al sol ocurre de forma no intencional durante tres cuartos de nuestras vidas. Nuestra piel se expone a la radiación UV mayoritariamente durante las actividades al aire libre como caminar, practicar deportes, correr y hacer montañismo, entre otras, y no cuando vamos intencionalmente a exponernos a la playa. Rara vez usamos bloqueador solar durante estas actividades cotidianas, o al menos no con la regularidad con la que debiéramos.
Los investigadores están en una activa búsqueda de herramientas para el bloqueo de la radiación UV y la reducción del daño que esta induce en la piel. La suplementación de la piel con antioxidantes para fortalecer su capacidad antioxidante se ha transformado en un nuevo acercamiento para limitar el daño oxidativo.
Para el cuidado de la piel, la aplicación de antioxidantes tópicos tiene algunas ventajas sobre su incorporación en la dieta, ya que pueden aportarse directamente en la piel y acumularse en concentraciones efectivas a las que no se puede llegar a través de la alimentación. Su presencia debería complementar la protección natural de antioxidantes presentes en la piel y proporcionar reservas adicionales a medida que el estrés oxidativo agota las reservas de antioxidantes.
Los derivados de la vitamina A, llamados retinoides, se utilizan como ingredientes antienvejecimiento en cosmética. La vitamina A que se absorbe a través de la piel aumenta renovación de las células encargadas de repararla y promueve la producción de colágeno, otorgando una apariencia más juvenil a la piel. Los retinoides tópicos son actualmente el tratamiento principal de la piel fotoenvejecida y su eficacia ha sido demostrada a través de ensayos clínicos. Su uso regular también podría prevenir el fotoenvejecimiento.
La aplicación de vitamina E en la piel es un método eficiente para aumentar los niveles de antioxidantes y se ha comprobado que la acción de la vitamina C y la vitamina E ayudan a la melanina de nuestra piel a reducir los efectos de la exposición a la radiación UV.
Además de la vitamina E y C, otros compuestos con propiedades antioxidantes aplicados de forma tópica, han demostrado disminuir eficientemente el daño oxidativo.
Las antocianinas se caracterizan por su alta actividad antioxidante. Estudios que se han realizado con antocianinas extraídas desde granada y arándano sugieren que estos compuestos podrían ofrecer protección contra el fotoenvejecimiento. El alto consumo de alimentos ricos en antocianinas se ha asociado con varios beneficios para la salud en humanos. Las antocianinas, además de ser colorantes naturales, tienen efectos antioxidantes, antitumorales, antiinflamatorios, antidiabéticos, hipoglucemiantes y cardioprotectores.
Las bayas que crecen en la Patagonia chilena son llamadas “super alimentos” justamente porque son referentes en cuanto a la capacidad antioxidante de sus antocianinas. La capacidad antioxidante medida para calafate, la murta y el maqui, bayas que crecen en la Patagonia chilena, son los más altos entre todos los berries que se cultivan a nivel mundial.
Antiox+ es una crema para las manos que hemos desarrollado con un ingrediente extraído de uno de estos super alimentos de la Patagonia: antocianinas de calafate. Hemos creado una fórmula que une la capacidad hidratante de la urea, con la capacidad antioxidante de la vitamina E y el calafate para la máxima protección de tus manos contra la deshidratación y la oxidación. Si quieres saber más sobre este Antiox+, haz clic aquí.
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Antiox+ está formulada para:
Antocianinas de Calafate
Antioxidantes poderosos que protegen la piel de los radicales libres y ayudan a retrasar el envejecimiento celular.
Urea
Hidrata profundamente la piel, manteniéndola suave y flexible.
Aceite de Coco
Rico en ácidos grasos esenciales, ayuda a mantener la función barrera de la piel, humectándola y protegiéndola de daños externos.
Manteca de Karité
Hidrata y nutre la piel, ayudando a mantener su suavidad y elasticidad.
Pantenol
Conocido por sus propiedades calmantes y reparadoras, hidrata y rejuvenece la piel.
Aplicar una porción de la crema en las manos con un suave masaje hasta su completa absorción. Repetir durante el día las veces que sea necesario.
Formato: 50 ml.
Duración: 2 años desde fabricación, 6 meses una vez abierto.
Ingredientes: Aqua, Water/Anthocyanins, Urea, Glycerin, Cetearyl Alcohol/Ceteareth-20, Glyceryl Stearate SE, Saccharide Isomerate/Aqua/Citric Acid/Sodium Citrate, Cocos Nucifera (Coconut) Oil, Butyrospermum Parkii Butter, Cetearyl Alcohol, Tocopheryl Acetate, Caprylic/Capric Triglyceride, Sorbitan Stearate, Panthenol, Phenoxyethanol/Chlorphenesin /Glycerin, Parfum, Sodium Stearoyl Glutamate, Carbomer, Sodium Hydroxide, Disodium EDTA.
Registro ISP N° 2145C-2