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    5 consejos para maximizar la protección de tu piel con bloqueador solar

    por Carolina Storaker enero 11, 2023 5 min. de lectura

    Según mucha gente, la piel bronceada es equivalente a una piel saludable. La realidad es que, de acuerdo con los estudios avalados por las agencias de salud nacionales a lo largo de todo el mundo, la piel bronceada es equivalente a una piel dañada.

    Todos necesitamos exponer nuestra piel al sol para obtener nuestra dosis diaria de vitamina D, pero, como ya lo hemos mencionado antes, demasiada exposición directa al sol incrementa en primer lugar el riesgo de desarrollar cáncer de piel, además del daño fotooxidativo y acelerar el envejecimiento. No solo el sol genera este daño, pues se ha identificado que las lámparas solares y las camas bronceadoras son causas igualmente importantes en la aparición del cáncer dérmico.

    Esto no significa que tengas que estar en tu casa encerrada todo el verano o jamás exponerte al sol, sino que debes familiarizarte con las opciones que tienes para proteger tu piel mientras estás al aire libre, partiendo por el uso correcto de un bloqueador solar con un buen factor de protección.

    En esta publicación te compartimos 5 sencillos consejos para que le saques el máximo provecho al producto más importante de tu rutina de cuidado para la piel: el bloqueador solar.

    1. Consigue un producto genuino.

    El primer paso es conseguir tu bloqueador solar en el comercio establecido. Para asegurarte de que tu producto tenga la aprobación del instituto de salud pública (ISP) en Chile, debes verificar que el empaque señale en algún lugar su número de registro sanitario ISP. Esto también es válido para comprobar la certificación de todos los productos cosméticos que se dejan aplicados en la piel, como cremas hidratantes, contornos de ojos y sérums. Puedes verificar que este número sea real entrando en la página siguiente: registrosanitario.ispch.gob.cl

    Verifica que el producto tenga su empaque en buenas condiciones y no se vea alterado de forma alguna. Si bien las ferias y ventas libres de productos cosméticos y bloqueadores solares son atractivas por sus precios reducidos, existen diferentes técnicas de imitación que hacen imposible asegurar que estos productos sean originales; el relleno de envases de productos originales que ya fueron utilizados es un ejemplo de esto.

    2. Elige un factor de protección adecuado.

    Probablemente hayas escuchado alguna vez que el factor de protección solar (FPS o SPF en inglés) “multiplica” la capacidad de tu piel para exponerse al sol sin quemarse. Efectivamente, lo que indica el FPS es la capacidad de protección que ofrece el producto contra los rayos UVB que causan las quemaduras en la piel. En términos simples, si tu piel puede resistir 10 minutos de exposición solar directa hasta quemarse, al aplicar un producto que tenga FPS 30 multiplicarías por 30 el tiempo que tarda tu piel en quemarse.

    Teniendo en cuenta todo esto, durante el verano y las vacaciones, cuando sepas que te expondrás de forma prolongada al sol, busca usar protectores solares con FPS de al menos 30. Durante el resto del año basta con un FPS 15 para minimizar el daño del sol en tus trayectos fuera de casa. Te recordamos que el bloqueador solar es la pieza fundamental de cualquier rutina de cuidado de la piel durante todo el año, ya que el fotoenvejecimiento de la piel no ocurre en las exposiciones intensas del verano, sino que a través de la acumulación del daño por la exposición solar del día a día.

    3. Usa protectores efectivos contra los rayos UVB y UVA.

    Los rayos UV de tipo B (UVB) tienen los efectos más obvios en tu piel: hacen que se ponga roja, te arda y termine descamándose después de un tiempo. Como son los efectos más evidentes, muchos productos solían contar con certificaciones solo contra los rayos UVB, dejando de lado los rayos UVA que, si bien no causan quemaduras, contribuyen a la acumulación de daño en la piel, llevando a la formación de arrugas o las llamadas “manchas de la edad”.

    Más allá de que las señales de la edad sean una preocupación más o menos importante para cada persona, queremos poner énfasis en que no se trata de no envejecer, sino de cuidar tu piel y envejecer sintiéndote bien. Por esto, una información que no debes olvidar es que tanto los rayos UVA como UVB aumentan el riesgo de padecer cáncer de piel y es importante que busques una protección de amplio espectro contra ambos.

    4. Aplícalo abundantemente en tu piel y reaplica cuando sea necesario.

    Exagerar con el bloqueador solar es una buena idea. Para proteger tu piel efectivamente considera aplicar al menos media cucharadita de protector para tu cuello, cara y orejas, una cucharadita para cada extremidad, y dos cucharaditas para tu abdomen y espalda. Para un correcto funcionamiento del producto, procura aplicarlo al menos 30 minutos antes de exponerte al sol.

    Es recomendable reaplicar tu protector solar cada 2 o 3 horas. Si hiciste el cálculo en el consejo sobre el factor de protección solar, probablemente te preguntes por qué reaplicar un bloqueador FPS 30 cada dos horas, si 30 multiplicado por 10 minutos es igual a 5 horas. Esto se debe a que parte del producto va desprendiéndose de tu piel con el tiempo por el roce con tu ropa y el sudor. Debes reaplicarte el producto cada vez que te metas al agua, seques tu piel o sudes mucho, ya que estas acciones desprenden gran cantidad de producto. Para evitar esto al máximo busca bloqueadores solares resistentes al agua.

    5. Pon atención a la fecha de vencimiento.

    Existen dos tipos de fechas de vencimiento en los bloqueadores solares, la fecha de expiración que depende de su fecha de elaboración y el símbolo de “periodo una vez abierto” o símbolo PAO por su sigla en inglés. La fecha de expiración suele ser una fecha tras la cual el producto pierde la efectividad por la que fue certificado. Los productos suelen durar entre 1 y 4 años desde su elaboración. El símbolo PAO es un símbolo que representa un envase abierto con un número, que indica la cantidad de meses que el producto mantiene su efectividad una vez abierto. Es importante que te fijes en ambos datos al elegir comprar un producto.

    Te recordamos que los efectos del daño producido por los rayos UV se manifiestan cuando se acumulan. Se ha estudiado que las personas que padecen cáncer de piel suelen haberse quemado más reiteradamente por exposición al sol en su vida. Asimismo, hay publicaciones que indican cómo las arrugas, la pérdida de elasticidad y las llamadas “manchas de la edad” aparecen en nuestra piel debido al daño que acumulamos de manera cotidiana por la exposición al sol sin utilizar algún tipo de protección. Recuerda que ningún bloqueador solar es infalible, así que no olvides tu quitasol, sombrero, jockey, lentes de sol y otros complementos para protegerte de los rayos UV en tus vacaciones este verano. ¡Qué disfrutes!

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