Cuando el único objetivo de una empresa cosmética es venderte un nuevo producto, el marketing puede hacernos creer en mentiras sin cuestionar el fundamento tras ellas. Las tendencias cosméticas de hoy en día nos suelen decir que mientras más productos te apliques y más pasos tenga tu rutina, mejor será el cuidado de tu piel y que cualquier producto cosmético será efectivo para todos.

La realidad es que hay tantos tipos de piel como personas en el mundo y el éxito al aplicar tu rutina va a depender de si cubres las necesidades básicas, de tu tipo de piel y de los problemas que quieras solucionar. En esta oportunidad te contamos cómo crear una rutina totalmente personalizada desde cero y solo con los productos que necesitas para sacar a relucir la salud de tu piel.

Aprende sobre las necesidades básicas de toda piel.

Las claves de una rutina efectiva para el cuidado de la piel son tres: limpieza, hidratación y protección.

Los limpiadores pueden tener una base acuosa, para remover toda la contaminación soluble en agua como los restos de sudor y la contaminación de la ciudad, o una base oleosa, para remover maquillaje y exceso de grasa. Como los limpiadores usualmente se aplican y retiran en el momento, no es necesario que contengan ingredientes activos que actúen al permanecer en la piel, pues se irán por el desagüe. En general, los limpiadores de base gel son los mejores para los cutis grasos, mientras que los de base cremosa son mejores para pieles normales y secas. Es importante que las formulaciones tengan un pH neutro o ligeramente ácido, además de no producir alergias o irritaciones.

Las fórmulas hidratantes aportan agentes hidratantes que atrapan moléculas de agua del ambiente y la incorporan en las capas de la piel. Estas fórmulas también pueden incluir agentes humectantes que actúan formando una película sobre la piel que la protege e impide la pérdida de hidratación. Los hidratantes están presentes en la fase acuosa de una fórmula y los humectantes en la fase grasa. Las formulaciones de aceite en agua (Oil in water) tienden a ser geles ligeros, lociones y sérums que son mejores para pieles normales a grasas. Las formulaciones de agua en aceite (Water in oil) pueden ser ungüentos o cremas y ofrecen una mayor hidratación para pieles secas. En casi todos los casos, los productos contienen hidratantes, como el ácido hialurónico, urea y alantoína, y humectantes, como petrolatos, aceites minerales y lanolina.

Respecto a la protección, no nos cansaremos de repetirlo: el producto más importante que debes incorporar a tu rutina es un buen bloqueador solar. Dado que la mayor parte del daño solar resulta de la exposición diaria a este y no de la exposición ocasional en vacaciones, los dermatólogos recomiendan el uso diario de protectores solares. La aplicación de un protector solar debiese ser el paso final obligatorio de toda rutina de cuidado de la piel. Puedes encontrar una buena guía de cómo elegir tu bloqueador solar visitando nuestro último blog.

Reconoce las necesidades específicas de tu piel.

El grosor de la capa externa de nuestra piel va disminuyendo dramáticamente con la edad debido a la disminución de la producción natural de ácido hialurónico, colágeno y elastina. Para recuperar parte de la firmeza de la piel y con ello disminuir la apariencia de las arrugas, uno de los activos con efectividad más estudiada es el ácido retinoico y sus derivados, como el retinol. Estos ingredientes estimulan la producción del colágeno y aminoglicanos, lo cual mejora la firmeza y elasticidad de la piel. Los productos que incluyen estos ingredientes a veces provocan reacciones adversas sobre todo en las pieles sensibles y se deben incorporar poco a poco en la rutina, evaluando las señales que nos va comunicando nuestra piel. El retinol es altamente sensible a la luz y la oxidación, por lo cual debes buscar productos con envases opacos y de tipo airlesspara que no pierdan su efectividad.

Las manchas de la piel, provocadas generalmente por la exposición al sol, incrementan la percepción de una piel envejecida en un grado mayor que las arrugas. Cuando es utilizada de forma diaria, una combinación de productos que contengan hidroquinona y retinoles, junto con exfoliación y protección solar, generalmente resulta en un aclaramiento de las manchas de la piel al cabo de 8 a 12 semanas. Cuando se ha logrado un cutis uniforme los efectos se pueden mantener con agentes “abrillantadores” que incluyen ingredientes como el ácido kojico, alfa hidroxiácidos (AHAs), raíz de regaliz y derivados solubles de vitamina C, los cuales pueden encontrarse en una variedad de productos, desde limpiadores hasta hidratantes.

Los casos más graves de acné deben ser tratados por un dermatólogo, pues pueden recetar productos farmacéuticos, de mayor efectividad que los productos cosméticos. Si tu piel es propensa a la generación de acné debes buscar productos no comedogénicos, libres de aceites y con óxido de zinc o avobenzona como ingredientes activos. Antioxidantes tópicos, incluyendo el resveratrol, quercetina y el ácido cinámico, proveen un beneficio potencial para los componentes inflamatorios del acné y aquellos causados por el daño por exposición a la luz UV.

Prueba productos diseñados para tus necesidades.

Fórmulas que contienen ingredientes similares o idénticos no necesariamente funcionan de la misma forma. Cada fórmula es única, similar a lo que pasa con una receta de cocina. La combinación de huevos, azúcar, harina y mantequilla, dependiendo de la cantidad de cada ingrediente, así como de los procesos de mezclado y cocina, pueden dar origen a un panqueque o un suflé. Lo mismo es cierto cuando se habla de formulaciones de productos y un consumidor mal informado podría ser engañado por la publicidad, elegir un producto porque el empaque dice que tiene cierto ingrediente y terminar dándose cuenta de que el producto no tiene suficiente de ese ingrediente como para producir el efecto deseado. Para evitar esto puedes visitar nuestro blog sobre cómo leer correctamente la etiqueta de un producto antes de elegirlo.Cada fórmula y producto es único y tu piel se verá favorecida con ciertas texturas y concentraciones de ingredientes de acuerdo con sus necesidades específicas. Es por esto por lo que son valiosas las oportunidades en que puedas hablar con un representante de la marca de algún producto que estés pensando comprar o que puedas probar muestras antes de decidirte a incorporar un nuevo producto en tu rutina.

El desafío para las personas con piel sensible.

Entendemos la frustración que puede causar el encontrar un producto que parece perfecto para tu piel, pero a la hora de haberlo comprado y al usarlo por primera vez te das cuenta de que te causa irritación y tu piel simplemente no lo soporta: no es un producto para tu piel. Se estima que un 50% de las mujeres y un 40% de los hombres consideran que tienen piel sensible en cierto grado. Describen su piel como altamente reactiva, con picazón, incómoda, roja y seca, condiciones que se ven aumentadas por el ambiente (radiación UV, temperatura y viento), por medicaciones de uso tópico, productos cosméticos, polución, estrés y hormonas.

Si tu piel es sensible es importante reparar y mantener la función barrera y reducir la inflamación. La reparación de la barrera de la piel se consigue de mejor manera con el aporte de hidratación a través de hidratantes y con la prevención de pérdida de agua a través de la piel, con el uso de humectantes. Adicionalmente, factores naturales hidratantes, complejos de lípidos y ceramidas actúan fortaleciendo la función barrera de la piel. Prevenir el contacto con irritantes conocidos, como alérgenos, solventes, fragancias, detergentes y conservantes también es importante para permitir que la piel se recupere. El uso de manzanilla aplicada de forma tópica ha sido estudiado como un ingrediente antiinflamatorio beneficioso para calmar pieles sensibles. Como regla general, es prudente utilizar productos con el menor número de ingredientes posible.

Por último, recuerda que para que sea notablemente efectiva, debes aplicar tu rutina correctamente y de forma periódica, Los signos de envejecimiento aparecen en tu piel tras acumular daño día a día, por lo cual, si lo que quieres es evitarlos, debes cuidar tu piel con tu rutina personalizada día a día.