5 mitos sobre el cuidado de la piel que probablemente crees o has escuchado.

Los consejos para el cuidado de la piel que oyes o lees usualmente son incorrectos. Puede que sean bien intencionados, pero gran parte de la información que circula en internet o a través del “boca a boca” contiene más fantasía que datos relacionados a la fisiología de la piel y la realidad que comunican los estudios científicos. Para poder obtener la mejor piel posible, siempre será mejor tomar decisiones basadas en los hechos.
Aquí te presentamos 5 de los mitos más comunes sobre belleza y cuidado de la piel. Revísalos y descubre la información basada en investigaciones que te permitirá cuidar tu piel de la mejor manera posible.

Mito 1: Debieras elegir tus productos basándote en tu edad

Varios productos declaran que han sido diseñados para un grupo etario específico, especialmente aquellos diseñados para mujeres sobre 50 años, que supuestamente tienen una piel “madura”, pero la edad no es un tipo de piel.
Lo cierto es que alguien de 50 años puede tener los mismos problemas en su piel que una persona que está en sus 30. La piel grasa y poros congestionados son condiciones que no desaparecen automáticamente cuando cumples cincuenta años, mientras que la piel seca y de apariencia áspera puede ser un problema, aunque tengas 20 años.
Sin importar cuál es tu edad, combatir los signos visibles del envejecimiento es una tarea que debe iniciarse tan pronto como sea posible. Los ingredientes específicos para cada problema y tipo de piel son los mismos para todos y nunca es temprano para comenzar a usarlos. Es como la dieta, algo que es saludable para una persona de 30 años también lo es para una persona que está en sus 60s. Debieras elegir tus productos basándote en tu tipo de piel y los problemas específicos que quieres atender.

 

Mito 2: Los ingredientes naturales son mejores para tu piel

Este mito está relacionado a una especie de apego emocional que mucha gente tiene por los ingredientes naturales, porque en realidad no existe un fundamento en hechos ni estudios científicos que puedan probar de manera legítima que los ingredientes naturales u orgánicos son mejores para la piel. Como todos sabemos, existen plantas venenosas y extractos tóxicos entre otros compuestos a los que podrías ser altamente alérgica, así que haz tu investigación y no tomes automáticamente por sentado que los ingredientes naturales son mejores.
 

Mito 3: Tu piel se adapta a los productos que usas, hasta que eventualmente dejan de funcionar

Volviendo a la comparación con una dieta saludable, tu piel se adapta al uso de un producto tanto como tu cuerpo se adapta a una alimentación saludable. Si los frutos rojos y las hojas verde oscuro son saludables para ti hoy, seguirán siéndolo por meses y años, incluso si las consumes a diario.
Lo mismo ocurre en la piel: Mientras apliques un producto que sea beneficioso para tu piel y te cuides de aquello que la daña, permanecerá con un aspecto saludable.
Entonces, ¿por qué sobrevive este mito? Podría ser que luego de algunas semanas usando un nuevo producto con una fórmula bien diseñada para las necesidades de tu piel, veas que tu piel deja de mejorar tanto como lo hacía inicialmente. Es algo esperable que si no estás cuidando de tu piel o no estás utilizando los productos adecuados y luego cambias a un producto que atiende los problemas que te importan, tu mejoría inicial sea mucho más dramática. Meses después, tu piel no “se acostumbra” a estos productos, sino que sigue manteniendo su nueva apariencia saludable, lisa y más joven.

 

Mito 4: Los productos hipoalergénicos son mejores para pieles sensibles

El término “hipoalergénico” significa que un producto no causa reacciones alérgicas o es menos probable que las cause y, por lo tanto, es mejor para pieles propensas a desarrollar alergias o pieles sensibles. ¿Cuál es el problema? No hay restricción de ingredientes o regulaciones para determinar si un producto califica como hipoalergénico.
En vez de buscar “hipoalergénico” en la etiqueta, busca productos que solucionen los problemas específicos en tu piel usando ingredientes gentiles y que sepas que no te producen reacciones, con poca fragancia o libres de ellas y que incorporen ingredientes calmantes y que fortalezcan la barrera natural de tu piel. Evita la exfoliación mecánica y la exposición a elementos agresivos del ambiente como la luz directa del sol, la contaminación y el humo del tabaco.

 

Mito 5: Las “manchas de la edad” son simplemente una señal de envejecer

El término “manchas de la edad” es un concepto errado. Un tono disparejo y manchas café en la piel resultan de años de exposición a los elementos ambientales, lo cual provoca que las enzimas de la superficie de nuestra piel causen estas imperfecciones visibles.
Para darle mayor brillo a nuestra piel y obtener un tono más parejo el mejor tratamiento tiene tres partes fundamentales: exfoliación, tratamiento con retinol y el uso de una efectiva protección solar. Luego, para mantener el resplandor y tono uniforme en la piel pueden utilizarse productos que contengan niacinamida, vitamina C o ácido kójico, que ofrecen resultados espectaculares para este tipo de problemas.
Debemos ser enfáticos con un factor fundamental en el combate de estas manchas: el bloqueador solar. Aplicar un protector de amplio espectro los 365 días del año es absolutamente requerido. No hay forma de evitarlo, si quieres un tono uniforme en tu piel, debes ser completamente consistente con el hábito de proteger tu piel del sol a diario. Recordemos que la principal fuente de envejecimiento externo de la piel es el sol, cuya luz impacta en nuestra piel todos los días. Es lógico concluir, por lo tanto, que es necesario protegerse de este factor a diario.